
Crisis climática: devastación del planeta, masacre de pueblos y beneficios récord para las multinacionales
Mientras la crisis climática se agrava y millones de personas lidian con maxi-facturas y crisis alimentarias y medioambientales… las grandes corporaciones fósiles hacen caja con los mayores beneficios de todos los tiempos.
Detrás de los combustibles fósiles hay grandes intereses económicos de los que obtienen beneficios a costa del planeta y las comunidades, la salud y los derechos humanos. Pero, ¿cuáles son esos intereses? ¿Quién mueve los hilos?
Al frente de las grandes corporaciones hay personas que deciden nuestro presente y nuestro futuro cada día. Los vemos junto a delegaciones oficiales de ministros y altos funcionarios del Estado en viajes diplomáticos. Rara vez escuchamos sus voces.
En la campaña #PadroniDelClima ponemos nombres y apellidos, alineamos sus responsabilidades, pero sobre todo denunciamos su poder e influencia sobre la vida política y económica del país y del planeta.
Desafiemos a los #ClimateMongers

ENI: Claudio Descalzi es desde 2014 consejero delegado de ENI, la mayor empresa de combustibles fósiles de Italia. El plan de descarbonización de ENI prevé que siga explotando petróleo hasta 2035 y gas fósil hasta 2050, compensando las emisiones con proyectos tan dañinos como inútiles en términos de captura de CO2 y protección forestal. Como principal accionista, el Gobierno italiano se embolsa fastuosos dividendos de ENI, que en cambio domina la política energética, climática y exterior de Italia.

Intesa Sanpaolo
Carlo Messina lleva desde 2013 al frente de Intesa Sanpaolo, el primer grupo bancario de Italia y entre los 30 primeros del mundo. Intesa Sanpaolo tiene fama de ser un banco sostenible al servicio del país, pero con débiles compromisos en el frente del carbón y un apoyo incondicional al sector del petróleo y el gas, puede considerarse el banco fósil por excelencia de Italia.

SNAM
Stefano Venier es desde abril de 2022 Consejero Delegado de Snam, que explota la mayor red de transporte de gas de Europa. Snam representa un verdadero bloqueo a la transición energética porque sigue invirtiendo en gas fósil y lo hace gracias a enormes subvenciones públicas, que generan enormes beneficios privados.